Miro esta hoja en blanco, pero no la veo vacía. La analizo
como si me fuera la vida en ello, enciendo la música, las cosas se desvanecen,
parece que estoy muriendo en un maldito ataúd y nadie me visita. Estoy sola.
Vuelvo a mirar el jodido papel, lo voy a
llenar de tristeza y no querría hacer eso ahora, es muy tarde ya. Vuelvo a
retroceder más, y me lanzo y escribo como si mi vida dependiese de esto. Sí
joder, que liberación. Doy vueltas, oscuro,blanco, gris, violeta. No sé que
escribo, sólo pienso y me dejo llevar. La música me habla y no estoy loca, yo
sólo reflejo lo que me dice mi cabeza. Socorro, ayúdame. Me sitúo, estoy
pidiendo ayuda, no, no quiero pedir ayuda, quiero que alguien me rescate sin
pedirla. Mánchate papel, mánchate de mi basura, de mis errores, de mi tristeza,
de mi sangre, mánchate de mi mente. Oh, pero mánchate, porque quiero que sufras
como yo estoy sufriendo. Vuelvo a caer, ¿dónde estoy ahora? Joder, es un fondo
blanco, me gusta lo negro, lo blanco me pierde, ayudadme a salir por favor.
Lágrimas, lágrimas caen por mis ojos, no, no quería llorar, me maquillé esta
mañana para salir guapa, aunque no lo sea quiero sentirme guapa porque eso es
lo que hacen las personas que fingen, como yo. Sigo en el fondo blanco, no sé a
dónde ir. No veo muebles, no veo edificios, no veo mi casa, no veo mi rostro.
Oh espera, un espejo, un puto espejo, ¿Qué hay reflejado? Una sombra negra.
¿Qué es la sombra negra? Dime que no soy yo, es un mal sueño, no estás
trastornada, sólo espera. Me encuentro en un fondo negro, no cambies tan rápido
por favor. Me cegas los ojos de luz a oscuridad y viceversa. ¿Y dónde me he
metido? No sé donde estoy, ayuda, grito, grito muchas veces. No sé como
escapar. Alguien viene, no, me das miedo, no te acerques, no me hagas daño, ya
me lo hago yo, pero deja que me vaya, hoy ya he tenido suficiente. Se
acerca, quiero que me saque a la
superficie, no quiero estar más aquí dentro, oh no, voy a romper a llorar. Dice
‘cierra los ojos’. No, no quiero hacerlo. ¿Y si me hundo en algo eterno? No, no
quiero. Sé que soy fuerte. Puedo con esto. Hago caso. No te contradigas a ti
misma joder. Y pregunto ¿ahora qué hago? Sigo sola, con ese alguien
espeluznante que no sé quién es. ‘Sólo relájate’ me dice. No, no quiero
relajarme. Esto es un maldito infierno. Ahora estoy ardiendo, la garganta me
arde, no puedo hablar. Mi mente sigue pensando. ¿No puedo morir en paz? Sigo
ardiendo, esto es doloroso, me estoy quemando y no puedo relajarme y nadie me
salva y sólo es que estoy cayendo. No quiero, no quiero aceptar que me estoy
muriendo, no quiero ver mi cuerpo quemado, no quiero verme a mí misma ahora
mismo. ‘Nadie te va a ayudar’ dice. Cruel, no seas así. Apágame el fuego, no
quiero reventar. ‘Ayúdate tú, estás sola, olvídate de todo’. Quiero aprovechar
esto como otra oportunidad para volver a intentar vivir. ‘No estoy sola’
respondo. Vuelvo a repetirlo más alto. Finalmente lo grito. Me levanto, estoy
en la cama, no, no puede ser. Estaba escribiendo. Estaba ardiendo. No me
vuelvas loca. No me hagas esto. Grito. Mucho. No quiero un final, quiero un
principio joder. Me calzo los zapatos, estoy empapada de sudor, y mi mente se
ha puesto en marcha, pienso, como siempre, además. Sal de mi cabeza demonio. No
vuelvas a entrar. Me miro en el espejo atemorizada. Le digo ‘esta no eras tú
hace 5 años’ ‘¿Qué ha cambiado?’ ‘¡Maldita sea!’ Me grito a mí misma. Rozo el
espejo, en la parte de mi cara, frío, noto frío, pero el espejo está caliente,
estoy sudando, mis manos están sudadas y sin darme cuenta las he colocado en el
espejo. Lo he ensuciado, oh no. Ensucio todo lo que toco. De mierda, de eso lo
ensucio. Porque al fin y al cabo yo soy la mierda y lo que se ve en el espejo
reflejado también, sea sombra o luz es mierda que se desvanece con cada paso
que doy apartándome del espejo. Adiós mierda. No te quiero ver más. Entro al
baño, me mojo la cara, otro espejo, no consigo librarme de ellos. Vuelvo a mi
habitación. Otra vez estoy reflejada en el espejo lleno de sudor, no, no
quiero. Desvanece. Verme es más duro para mí. No hagas esto más difícil. No
seas así. Vuelvo a repetirme ‘Soy fuerte’. No que va, no lo eres. Eres mierda,
eres una floja, eres nada. No eres nada. Grito ‘Soy todo, soy más que tú, eres
un simple reflejo’ Me enfado. No combatas contigo misma. No puedes. Gana tu
parte mala. Olvídalo. Lloro. No paro de llorar. No me soporto. Me quedo fija
mirando mis ojos, es lo único bonito que tengo y ahora tampoco me gustan. Están
llenos de lágrimas. Cojo una pelota. Sí. La pelota está bien. Fuerte. Dura.
Pienso en tirármela a la cabeza y rendirme. Volver al ataúd de mi sueño. No sé
si quiero estar aquí, no. Vuelvo a mirar mi reflejo. Pronuncio en voz alta
‘Alas, eso quisiera tener, escapar y no volver’ Lanzo la pelota contra el
espejo, varias veces, no se rompe. Agarro el espejo, lo dejo caer en el suelo.
Está hecho, pienso. Adiós. Tú no puedes volver a decirme nada, vete de aquí. Me
quito los zapatos de casa, camino sobre los cristales esparcidos sobre el suelo
y me tumbo. Llevo sangrando los pies, no quiero que me los cures, quiero que
sangres conmigo. Mi alfombra tiene sangre, oh no, he vuelto a manchar. Me
levanto, intentando ser fuerte. No, no puedo. Hoy no. Quiero gritar. Caigo
sobre mis rodillas contra los cristales, me lleno de cortes. Muere, me digo, y
grito. Grito como si nadie me oyese, como si el mundo estuviese dormido y no
despertase. Grito con lágrimas en los ojos. Grito llena de sangre. Grito de
alivio. Grito por no tener alas y no poder escapar. Grito para llegar a ti.
Grito por todo. Las lágrimas me resbalan de los ojos. Otra vez no. No paro de
llorar. No me soporto. Mierda. Mierda. Mierda. Adiós. Quiero quedarme, no, no
quiero. Grito más fuerte, más alto, con más ímpetu, quiero que alguien me oiga
y sangre, le sangren los oídos de ver a este demonio escapar de su condena. No
me ayudéis, ya estoy acostumbrada a estar sola. Mis padres vienen corriendo, no
vengáis, no podéis verme así. Se acercan a mí. ‘Cariño, ¿Qué te ha pasado?’
dicen preocupados. Yo respondo, respondo engañando, porque todo está lleno de mentiras
y la vida es una mentira que hemos creado para nosotros y esa mentira para mí
no sirve. Quisiera ser un pájaro con alas de mariposa, para ser delicada y a la
vez hermosa.
Respondo. ‘No pude dormir, fui al baño, me lavé la cara y
quise mover el espejo pero se cayó y pisé los cristales, me caí, me hice daño y
lloré.’ ‘Lo siento, no quería hacerlo’